A Ari Paluch también lo visitó Papá Noel. "Si, vino a verme con toda esa perorata del espíritu-navideño-que-todo-lo-cambia. Pero lo saqué cagando. Yo siendo como soy la levanto y la apilo en dos cuartitos blindados que construí en el fondo de casa y pienso seguir así" declaró el NOA (Nuevo Osho Argentino) contento porque las ventas de su libro "de filosofía barata, más barata que la que hay en los libros del chorizo de Bucay" se sigue vendiendo como "pan dulce caliente". "Si, bueno, en el momento del brindis como estaba medio en pedo dije voy a dejar de ser un poquito hijo de puta, cagador, mentiroso, manipulador, desinformador y todas esas cosas que tanto rédito económico me han brindado hasta ahora. Pero después que me bajó un poco el nivel de alcohol en sangre, vi todas las cosas que me ha comprado con la que hago todos los días, pensé en todos los viajes pagados por mis patrocinadores para tenerme contento y que hable bien de ellos aunque sean los dueños del Exxon Valdez o los fabricantes de armas químicas que se están arrojando en Irak, y dije se va a la concha de su madre. Mañana no, porque es 25 y está todo cerrado, pero pasado, cambio el plasma de 100 pulgadas que me costó 12 mil dólares, lo tiro para que se lo lleve algún cartonero y me hago una sala de cine para poder ver Showmatch en tamaño más grande que el real" concluyó el locutor para quien "los deseos navideños son para los giles y los putos".
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