Sociólogos, deportólogos, psicólogos y montones de otros ólogos que se dedican al estudio del comportamiento humano, siguen sin entender ni explicarse "como mierda éste equipo nacional de fútbol lleva tanto público a los estadios que soporta estóicamente los partidos espantosos, aburridos, soporíferos, lentos, asquerosos y vomitivos que juega ésta selección que produce menos entusiasmo que las denuncias de fraude que cada 4 años presenta Rodriguez Saa en las elecciones en las que no sale último de pedo". Los profesionales no logran explicarse porque "tanta gente es capaz de gastar la guita que se gasta en ver un espectáculo no solo lamentable, sino preanunciado, en vez de irse a Palermo y gastárselo en unos buenos polvos con cualquiera de los travas que andan por ahí". Un reconocido psicólogo se preguntó al borde del enojo "¿en qué mierda piensan cuando van a sacar la entrada?. ¿No vieron los partidos anteriores?. El del sábado pasado no fue el primer partido malo que juegan. Vienen jugando así desde que asumió el Coco. Si ya saben que va a ser paupérrimo y pobre y con menos tiros al arco que un partido de cricket, ¿por qué insisten?". Por otro lado hay quienes no pueden creer que "con Messi, Tevez y todos esos pibes que la rompen y que tendrían que dejarle el ojete sangrando a cualquier equipo que se les pare enfrente, la nacional juegue peor que Yupanqui un sábado a la madrugada" concluyendo que "la gente, está claro, tiene caca en la cabeza. Es, hasta ahora, la única explicación científica que podemos darle a éste fenómeno. En conclusión: que se jodan por ser tan pelotudos".
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