CANCELACION DE LA DEUDA CON EL CLUB DE PARIS: "YA LES PAGAMOS A LOS QUE LA MUEVEN, AHORA EMPIEZA DE VERDAD LA REDISTRIBUCION DE LA RIQUEZA"

"Disculpen que no pagamos antes. Es que teníamos que usar la plata para tratar de darle a nuestra gente, nuestro pueblo querido, un poco de salud, otro poco de bienestar, algo de comida y un aumento de 40 pesos en el salario" comenzó diciendo la presidenta Cristina Fernandez ayer durante la conferencia de prensa en la que anunció la cancelación de la deuda que Argentina mantenía con el Club de París, conformado por varios países que le prestaron plata al país a tasas altísimas y "al borde de la rotura de ojete", deuda que reclamaban "solo para romper las pelotas, porque con los productos brutos que tenemos la verdad que lo que nos debía Argentina era como el cambio para el bondi en nuestras economías nacionales". "Con éste pago demostramos que la economía argentina está fuerte, que el Banco Central tiene reservas suficientes para hacer frente a los compromisos que asumimos como país y que estamos dispuestos a seguir chupando las mismas pijas de siempre con tal que nos tiren unos billetes siempre que estemos en la lona y lo necesitemos" prosiguió la presidenta de los argentinos. En el mismo sentido, el Ministro de Economía declaró que "a mi no me miren. Yo ni idea de esto, me enteré leyendo los diarios on-line y vine corriendo a la conferencia de prensa, que ya había terminado". "Ahora si, nos sacamos un peso de encima" dijo la presidenta "o más que un peso, 18 mil millones de pesos. Hubiéramos garpado antes, si esos putitos del campo pagaban las retenciones como corresponde, pero nos garcaron y por eso tardamos en juntarla. Eso y que contar a mano dólar por dólar, porque el presupuesto no da para tener los contadores electrónicos de billetes, nos llevó mucha saliva, tiempo y pulgares hechos mierda". Finalizó declarando que "estamos contentos. Ya nos sacamos de encima a los burócratas inútiles del FMI y ahora a los del Club de París" dijo mientras hacía un gesto de "fuck you" a la cámara y se agarraba la entrepierna en un típico gesto de "chúpenmela Club de París", para concluir que "ahora que ya no tenemos deudas importantes que pagar éste año porque sino nos mandaban al muere, ahora si, empezaremos con la tan esperada y tantas veces anunciada redistribución de la riqueza".