“El Tren Bala no estará solo en el salto hacia la modernidad que darán nuestros trenes” aseguran en la Casa Rosada. “No solo el TGV (Tren de Gran Velocidad) no nos costará un peso. Tampoco las inversiones para mejorar las líneas Roca y San Martín y el Belgrano Sur de cargas nos costarán nada simplemente porque no habrán inversiones”.
“A los que critican nuestro salto a la modernidad de la mano del Tren Bala, que nos llevará al futuro a los pedos, a unos pocos y a los mismos de siempre, les decimos que no nos quedamos solo en gestos. Nos quedamos tanto en gestos como en palabras” declaró la presidenta de los argentinos Cristina Fernández en una nueva conferencia de prensa, otra más de una serie de conferencias de prensa que ahora se dan de a 7 por día y por cualquier tema que surja, por más nimio que sea. “Comenzaremos nuestro salto cualitativo en el transporte ferroviario de pasajeros y de carga por lo que mejor nos sale y menos nos cuesta: hacer anuncios y poner nombres complicados” aclaró la mandataria. “Así el Ferrocarril Roca pasará a denominarse THPV, o Tren de Horario de Partida Variable o THP, Tren Hijo de Puta, o CVTHDMP, Cuando Venís Tren Hijo De Mil Putas y será más conocido como el Tren Cebita. Al San Martín coloquialmente lo llamaremos Tren Gomera y sus siglas serán TFA, o Tren de Funcionamiento Alternativo o TM, Tren de Mierda a secas o ¡VTPLCDTM! ¡Vení Tren Puto La Concha De Tu Madre!; en tanto el Ferrocarril Urquiza será el TQNTIC, el Tren Que Nadie Tiene en Cuenta o Tren Rompeportones y el Mitre, con Retiro y sus baños-teteras, llenos de putos desesperados por fellatios al paso, Tren Balín. Para los que se quejan del gasto público, les digo que las mejoras en estas líneas serán inexistentes por lo que al estado argentino no le costarán ni un centavo”. Los anuncios no entusiasmaron a los usuarios que día a día sufren con el servicio deficitario que ofrecen estos trenes. “Los entendemos. Los escuchamos. Recibimos sus quejas. E inmediatamente las desechamos” dijo el Secretario de Transporte Ricardo Jaime quien según sus palabras está “demasiado ocupado con los negociados de Aerolíneas Argentinas como para andar ocupándome de las boludeces de estos pasajeros que se quejan solo porque no les gusta viajar en el techo o al costado de la máquina, cuando al tren se le canta pasar o protestan porque tardan 3 horas en ir de Constitución a Quilmes tomando aire en los vagones destrozados y sin vidrios en ninguna de sus ventanillas. Será una desventaja en invierno, con el frío helado, pero no saben ver el lado bueno: en verano, viajarán refresquitos”.
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