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lunes, 20 de enero de 2020

PALABRAS MAS, PALABRAS MENOS


ANGUSTIA: 1. f. Aflicciòn, congoja, ansiedad
                        2. f. Temor opresivo sin causa precisa
                        3. f. Sofoco, sensación de opresión en la región torácica
                        4. f. Dolor o sufrimiento



Las palabras no son objetivas. Ni siquiera la palabra objetiva lo es, porque refiere a objeto, no a un equilibrio de opinión.. No hay nada que involucre a una persona, y por tanto a su lenguaje, a su lenguaje, a las palabras que elige y utiliza para expresarse, que tenga que ver con lo objetivo, si le atribuimos a esta palabra el sentido de imparcial. A su vez, la imparcialidad parece màs ser un valor al que apuntar, pero imposible de ser alcanzado, al menos en su totalidad. Si somos lo que decimos y decimos lo que creemos ser, la imparcialidad no existe. La imparcialidad no puede ser subjetiva. Y nosotros, somos seres subjetivos.  


Pero jugamos a que sì. Jugamos a que somos imparciales, y eso es algo bueno; que ser imparcial, es algo a lo que debemos aspirar. Los jueces deben ser imparciales. La información debe ser objetiva (imparcial). Los periodistas, deben ser imparciales. Y todo asì.


Dicho esto, finalizada esta introducción, olvídense de encontrar en estas líneas, atisbo alguno de imparcialidad. Ni siquiera esperen un lenguaje neutro. No lo habrá. Sòlo en estos párrafos introductorios. Luego… luego veremos.



CLASISMO – DESPRECIO – SORDIDEZ - INSENSIBILIDAD



¿Podemos permanecer objetivos (basta de itálicas. De aquí en adelante, que sean sobreentendidas) frente a lo que nos sucedió, como sociedad, en estos últimos 4 años de macrismo? ¿Còmo ser imparciales al juzgar a este gobierno que se fue hace apenas 45 dìas, echado de manera contundente por los votos, a pesar de contar con todo, absolutamente todo a su favor, màs con la complicidad económica y financiera del FMI, que financiò la campaña política màs cara de la historia? ¿Debemos intentar ser imparciales, frente a los números, esos números que no son tales, porque representan a seres humanos? ¿Còmo no dejar escapar insultos, si aùn hoy, luego de ser eyectados de un triunfo que hasta mayo no había forma de que se les escapara, a pesar de haber conducido el Titanic adrede contra el iceberg, siguen tuiteando en tono sarcàstico y aconsejando al actual presidente sobre el manejo de la economía que destrozaron, dejando caer sobre ella una bomba nuclear del tamaño del Empire State?


Personalmente, no puedo. No puedo ser imparcial frente al balazo por la espalda. No puedo ser imparcial frente a las fotos de 7 plantines de marihuana presentados como un golpe al narcotráfico, ni a la muerte de maestros por falta de mantenimiento en las escuelas bonaerenses, maestros a los que Vidal no nombrò siquiera una sola vez; Vidal, la gobernadora de una provincia que no tenía inseguridad, ni deuda, ni nada. Segùn nuestros medios que informan objetivamente, claro està. E informan no informando, vaya paradoja.




MISERIA:      1. f. Estrechez o pobreza extrema
                        2. f. Condiciòn de miserable
                        3. f. Tacañerìa o avaricia
                        4. f. Desgracia
                        5. f. Suciedad extrema
                        6. f. Plaga, especialmente de piojos




La idea tras este artículo (¿ensayo fallido, reflexión a cielo abierto?), fue pedirle a mis contactos de Facebook y de Twiter, que definieran estos 4 años de macrismo con una sola palabra. Una sola. Hubo màs de 100 respuestas. Muchas palabras, por supuesto, se repitieron. Otras, se relacionaban entre sì. Ahora creo que la consigna estuvo mal planteada, porque aparecieron 2 ò 3 palabras positivas, como por ejemplo, solidaridad. Entiendo que quien la escribió, no lo decía como algo bueno del gobierno del PRO, sino que pensaba en còmo se reforzaron esos lazos solidarios, frente al ataque impiadoso que el gobierno lanzò contra la población general. Tal vez debiera haber preguntado puntualmente por el desempeño del gobierno macrista, para acotar el universo de palabras. Pero estas 2 ò 3 que aparecieron, fueron la excepción.


Angustia quedó en primer lugar, con 6 repeticiones. Primera en el podio. Supongo que si preguntara a esas mismas personas que escribieron angustia, què sintieron el 10 de diciembre tras la asunción de Alberto Fernandez (ese dìa terminò el 2019, Hosbawn quote required), junto a “felicidad”, la otra palabra que màs aparecerìa, habrìa sido “alivio”. Es que vivimos 4 años de angustia, entendida como sofoco, como un peso en el pecho que no nos permitìa respirar, en muchos casos y tras los balazos y los ahogos en rìos de la estepa patagónica, de forma literal.


El macrismo llegó al gobierno para hacernos sufrir, aunque sus palabras, dijeran otra cosa que tanta gente creyò. Fuera de su avaricia sin parangón, lo otro que el gobierno del falso ingeniero tenía en el menú para todos aquellos que no fueran ellos mismos, era provocar angustia, entendida como dolor y sufrimiento. Sofoco económico, emocional, vital. Vuelvo y repito aquella idea foucaultiana de la biopolìtica, de como en su momento Hitler llevò a la población alemana casi al borde de su exterminio, la expuso al peligro extremo y la arrojò a su propia destrucción, para que sòlo los màs aptos sobrevivieran. Y si sobrevivìan, entonces si eran merecedores de vivir en la gloriosa Alemania que surgiría tras la WWII. Creo (estoy convencido) que el gobierno de Macri intentò algo similar. Por eso las constantes promesas, jamàs cumplidas, cuasi religiosas, de la necesidad de vivir un presente calamitoso a cambio de un futuro venturoso, a cuyas puertas jamàs arribamos, siquiera para pispear por la cerradura, y ver còmo era ese supuesto paraíso que tanto sus palabras prometìan como sus actos negaban y nos llevaban en vìa contraria.


Nunca he pasado hambre. No se cuantos de quienes lean estas líneas, la habrán  pasado. No hablo de apetito (al que confundimos con el hambre). No. Hambre. La incertidumbre (esa a la que debìamos acostumbrarnos, según el macrismo, y entonces digo que CINISMO compartiò el segundo lugar en el podio, con 5 repeticiones) de no saber cuàndo se volverá a comer; debe ser de las cosas màs desesperantes de la existencia, ser condenado a morir de inanición porque asì lo decidieron quienes nos gobernaban, ver a tus hijos e hijas llorar por el dolor de tener la panza vacìa… y escucharlos decir que en el segundo semestre la lluvia y blablablá nos revolvía, a quienes si comìamos, el estòmago.


Un amigo eligió la palabra MISERIA (EN TODAS SUS ACEPCIONES) como aquella con la que definìa los 4 años de Macri en el gobierno. Leyendo todas las acepciones que da la RAE, es posible afirmar  que a este período le caben todas ellas, inclusive la de plaga de piojos, los piojos que se comieron al 40% de los y las argentin@s que quedaron en la pobreza màs absoluta, mientras los piojosos de Caputo, los Calcaterra y los Macri, seguían llenándose aùn màs de dinero.


Otra palabra que apareció apenas una vez, pero que me gusta, es PERVERSION. Como abrì aquel hilo con la pregunta en las redes sin elegir ninguna, para no condicionar a nadie, elijo esta. Perversiòn. Nos gobernó un grupo de perversos, en su peor versión posible. El que te està cortando la garganta, y te sonríe mientras lo hace, al tiempo que te dice que no te preocupes, que no lo hizo para asesinarte, y que, una vez muerto, sale a explicarles a todos que vos te lanzaste contra el cuchillo. Ni la paz del entierro, porque en tu velorio, cae la cana de Larreta a pegarle entre 8 a una embarazada que andaba por ahì.




Destrucción – Horror – Matanza – Oscuridad – Vacio - Muerte




Fueron, son y serán tanàticos. Se relacionan con la muerte y la negación. Comienzo a escribir estas líneas un dìa después de un nuevo aniversario de la muerte del fiscal con cuentas offshore y propiedades no declaradas en Uruguay, Nisman. Se montaron sobre la tragedia de Cromagnon, para hacer pie en la CABA. Se montaron sobre la tragedia de Once para esmerilar al gobierno de CFK. Prendieron fuego Iron Mountain. Se montaron sobre el suicidio de Nisman, para llegar al poder y destruir todo lo construido en esos 12 años de gobiernos kirchneristas.


El desprecio por la vida no hizo distinciones, aunque los votantes macristas se sorprendieran de ser echados de los organismos oficiales como cualquier K, hijo de vecinos. “Pero si yo lo vote… y no soy k”. El desprecio por la vida de sus gobernados viene de larga data, y no distingue banderìas políticas: los coches con asbestos, de la línea B y el abandono de 12.000.000 de dosis de vacunas en la Aduana, son apenas 2 botones de muestra de còmo, para Macri y los suyos, solo los que sobrevivieran a su gobierno, merecerìan un lugar en el paraíso prometido para el futuro venturoso que ya llegarpìa. Sòlo tenìamos que esperar...y sobrevivir, claro.  


La muerte sobrevolò toda la administración macrista, que se dedicò a administrarla sin piedad, empatìa, remordimiento alguno ni atisbo de humanidad. Un jubilado se suicidò en la sede del PAMI de Mar del Plata; enfermos de cáncer a los que se les negaba la medicación; calendarios de vacunación discontinuados; escuelas sin mantención; balazos por la espalda para todos y todas; Macri recibiendo al policía Chocobar en la Casa Rosada; Rafael y Santiago; los festejos en las redes de los trolls y los simpatizantes, que se burlaban del “hippie” que se había “ahogado solo”. Abrieron su gobierno con 43 gendarmes muertos, apenas asumieron, y a los que nunca màs nombraron; promediaron con el ARA San Juan, al que ni siquiera querìan seguir buscando. Usaron tanto a los muertos, que a 2 semanas de fallecido Franco Macri, su hijo salió en la tv abierta a acusarlo de ser un corrupto màs durante el kirchnerismo. Asesinaron a Timerman, con una crueldad horrorosa, y silenciaron la muerte de Sandra y Ruben por una explosión de gas en una escuela de Moreno. De algunas muertes se habla; de otras, no.




CAOS: 1. m. Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos
              2. m. Confusiòn, desorden


ASCO: 1. m. Alteraciòn del estòmago causada por la repugnancia que se tiene a algo
              2. m. Impresiòn desagradable causada por algo que repugna
              3. m. Persona o cosa que produce



Avisè que èste artículo no sería imparcial. Lo que no avisè, es que sería diletante; que saltarìa de la idea original de hablar sobre las palabras a través de las que otros eligieron, a hablar con mis palabras, saltando de tema en tema como quien cruza un arroyo brincando sobre las piedras. Tampoco avisè que para analogías poéticas, soy patético.


Pero las palabras hablan y nos hablan. En “The Great Hack” (Netflix, 2018), Alexander Nix, ex CEO de la infame Cambridge Analytica, se ufana de tener entre 4000 y 5000 “puntos de entrada” sobre cada votante estadounidense. ¡5000 datos sobre nuestra personalidad, brindados libremente por nosotros mismos!. Charles Augustus Magnussen, esa especie de Murdoch de los medios que aparece en el 3er capìtulo de la 3ra temporada de Sherlock, no guarda toda la data que maneja (sobre políticos, famosos, poderosos, para extorsionar, presionar y conseguir lo que quiere) en ningún disco duro, nube, ni en nada físico: todo està en su cabeza, ordenado en su “palacio de la mente”.


Todos, querramos o no, tenemos una mezcla de los 5000 puntos de Cambridge y de los ficheros de Magnussen sobre los demás en nuestras cabezas. Algunos tendrán màs, otros menos. Pero todos sabemos què exactas palabras va a decir el cuñado gorila en el asado del próximo domingo. Sabemos que la mujer en la cola del banco que dijo “la Porota”, repetirà que lo de Kicillof  fue un “impuestazo”, que Alberto “recortò las jubilaciones” y “devaluò un 30%” y que tuiteò “A Nisman lo asesinaron”. Que si dice que no le interesa la política, en algún momento abrirà la boca para hablar contra “los negros” o “los planeros”. Lo sabemos. Tenemos, muchas veces, la esperanza de que no sea asì, de que estemos equivocados sobre es@ chica@ que nos gusta, con quien finalmente arreglamos para salir después de chatear 3 semanas, y que acaba de decir “¿para què tienen tantos hijos?”; esperamos, rezamos, rogamos, que luego no agregue “Para cobrar màs planes y no laburar”. Pero lo agregarà, a pesar de nuestras suplicas a una entidad superior. Y entonces huiremos, levantando nuestra mano y gritando “¡Taxi!”, la forma en que resolvía toda situación incòmoda Jen Barber, el personaje de la serie inglesa “It Crowd”.



CACA – CLOACA – MIERDA – BASURA



Sin irnos tan lejos, todos ustedes que están leyendo estas líneas, saben que otras palabras que no escribì, utilizo a diario. Saben también que toda la gente que respondió a mis posteos, no votò a Macri. Que muchos, casi todos, sufrieron de manera directa, o a través de parientes, amigos, o vecinos, del desastre que fue su gobierno. No tengo que escribir una frase que diga “todo lo que hizo Macri fue una mierda”, porque ya saben que pienso eso. Y saben que quienes respondieron, también.


Nuestro universo comunicacional, ese que internet iba a “democratizar” y expandir hasta el infinito, cada vez es màs estrecho. No tengo un sòlo contacto, ni en Facebook, ni en Twiter, que haya votado a Macri. Es asi. Lemantablemente o no, todos lo sabemos, es asì. Por eso, las palabras “positivas”, tuvieron relación con ese universo de contactos y amigos en las redes: RESISTENCIA – SOLIDARIDAD – ELLA. Serìa interesante tener la posibilidad de hacer la misma pregunta a un grupo de macristas, defensores de estos 4 años que, para las grandes mayorìas (incluidos ell@s mism@s), fueron de tierra arrasada. “Republicanismo & coso” escribrìan (gracias @rinconet). Y de ahì pa` adelante`, ya conocemos el resto.



INDIGNACIÒN – INCENDIO – IGNORANCIA -  INEFICACIA



Macri y su troupe fueron hitlerianos (perdón por utilizar tanto “el recurso Hitler” – gracias “Trolls”, de @mmlamoyano). Sl final, fueron el Hitler de Bruno Ganz ordenàndole a Speer que destruyera todo lo que quedaba en pie en una Berlìn ya demolida por los rusos. Si hubo algún funcionario macrista que, como Speer, hubiera decidido no cumplir esta orden, no lo sabemos. Pero si lo hizo, nadie se enterò. Arrasaron con todo. Siguieron nombrando empleados en planta permanente de a miles, literalmente, de a miles hasta 10 dìas antes de entregar el mando. Hay directores, como Jorge Macri, que se niegan a abandonar sus lugares a menos que les paguen indemnizaciones fabulosas. INDIGNIDAD fue también una de las palabras que entrò en el podio de las màs repetidas. Todas palabras que remiten a sentimientos, ideas y valores negativos.


Por eso quiero terminar con una que, gracias a todos los santos, no apareció entre las respuestas que recibì: ESPERANZA, una palabra hermosa que no suelo utilizar. No una esperanza boba, porque tener una esperanza de ese tipo, sería comportarnos como los hicieron los macristas - y siguen haciéndolo -, negando toda realidad que contradiga sus creencias. Como escribió Sebastian Plut en un artículo del 16 de enero en Pàgina 12, reproduciendo un diálogo con una votante de Larreta: “Cuando opinè que eso no era cierto, aquella cerrò el diálogo con firmeza: no me importa, para mi es cierto”.


Otra vez saltè de piedra. Sepan disculpar. Fue la última. Ya lleguè a la otra orilla.


ESPERANZA: 1. f. Estado de ànimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo                                        que se                                      desea
                           2. m. 10 de diciembre de 2019

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