PORQUE SI ESQUEL, EPUYEN, EL HOYO, LAGO PUELO, EL BOLSON, TEKA, EL MAITEN Y CHOLILA SE QUEDAN SIN LUZ, PARA CLARIN NO ES NOTICIA

Pobladores patagónicos afectados por los cortes de luz que se repiten constantemente, que afectan durante el invierno el noroeste de Chubut y el sur de Río Negro y que duran un promedio de 4 a 6 horas ininterrumpidas cada vez que suceden, dejando sin suministro eléctrico a cerca de 150 mil argentinos que no viven en Capital Federal, siguen preguntándose por qué si éste es un hecho que se repite una y otra vez y no tiene solución a la vista en el corto plazo, el gran diario argentino de la Ciudad de Buenos Aires no publica nunca ni una línea sobre esto ni siquiera abajo de los chistes de la contratapa y en cambio sí lo pone en primera plana, lo transmite por Canal 13 y TN y habla de "crisis terminal del sistema eléctrico" cuando un corte pedorro afecta a una partecita de algún barrio porteño como Floresta o Barracas, dejando a 30 mil vecinos sin luz, porque la ciudad en la que viven consume en la temporada estival cerca del 50% de la electricidad que se produce en toda la Argentina, siendo los porteños los principales responsables de producir esos cortes de luz por tener funcionando al mango sus aires acondicionados, aires acondicionados que se venden a 4 manos en cuanto llega el primer calor, porque el país está en una crisis terminal, también en el campo económico, que sólo les permite comprar a 4 manos y no a 6 u a 8 manos. Ante la falta de respuesta a éste interrogante, que tan poco le importa a la gente, pero sobre todo que tan poco le importa a los editores de los grandes diarios nacionales de Capital Federal, los pobladores patagónicos afectados por los cortes de luz festejan el no tener electricidad, prendiendo velas y dedicándose a lo único que pueden hacer después de cenar a semioscuras: garchar a lo pavote, con la patrona, con el novio, o con quien venga, actividad que los lleva a estar muy relajados y a no hacerse problemas por esos cortes de luz que, si suceden en Capital Federal, desatan la furia de miles de personas que, al contrario que los patagónicos relajados, protestan porque tienen que bajar por las escaleras y a las 10 y media no pueden sentarse frente al televisor a ver en el programa de Tinelli a un montón de trolas bailando en bolas y a pendejitos semidesnudos menores de edad (que no son explotados ni son trabajadores infantiles) bailando en sus pantallas, en vez de, justamente, dedicarse a garchar, a ponerla a lo tonto, a verle la cara a Dios muchas veces o a echarse unos cuantos sin asco y lograr el grado de relajación que tienen los patagónicos que al final prefieren sufrir los cortes de luz y no salir en Clarín ni en Canal 13 y vivir felices y bien cogidos.