INVASION DE ISRAEL A GAZA: CON SU HABITUAL TIBIEZA, EL PAPA PIDIO POR EL CESE DE LAS HOSTILIDADES

Con el habitual tono intrascendente y la corrección política que lo caracterizan, el Papa Benedicto 16, el Papa de la diversidad sexual, la libertad de elección y la no condena a la pedofilia cometida por miembros de la Iglesia que preside, pidió por la paz en Medio Oriente. Utilizando un lenguaje intrascendente, falto de propuestas concretas y lleno de expresiones de deseo como las que podemos tener cualquiera de los mortales que no cargamos con la responsabilidad de presidir la institución a la que pertenecen cerca de 900 millones de personas en todo el mundo y de condenar a todos aquellos que no piensen como nosotros y que encima nos den pelota como si la nuestra fuera la verdad absoluta, Josef Ratzinger solicitó a las "partes beligerantes" que cesen el fuego, sin hacer distinción entre el ejército, los tanques, los aviones de última generación, los más modernos helicópteros artillados, las bombas de racimo, los ataques a la población civil, la matanza de niños, la destrucción de edificios de la ONU, hospitales, ambulancias, de todos los servicios de Palestina y la muerte de más de 1200 personas que el Estado de Israel viene llevando adelante desde hace semanas y los ataques con cohetes Quassar que ya mataron a casi 4 israelitas. En un típico tono que hace recordar a los dirigentes argentinos de lo que queda de la Unión Cívica Radical, el Papa instó a "las partes" a llegar a un "acuerdo". Así, y siguiendo con la tradición de los pedidos navideños, las solicitudes para terminar con el hambre en el mundo y con el recuerdo siempre presente de Pío 12, el Papa Benedicto 16 volvió a demostrar que si para algo sirve la Iglesia, es para meter presión y solucionar los problemas que hoy aquejan a la humanidad. Los protagonistas, agradecidos.