Encuestadores y conocedores del mundillo de la política coinciden en cuanto a que "no entendemos, no nos entra en la cabeza, ¡no-la-po-de-mos creer!. ¿En qué mierda estaban pensando los socialistas que se largaron a hacer una alianza con una católica ultraderechista apocalíptica como Lilita Carrió?. Lo único que falta que ahora cambien la rosa por un crucifijo". En tanto estos mismos especialistas en el submundo de la rosca agregan que "la UCR ni cuenta: desde que desaparecieron de Capital Federal son menos relevantes que el aporte de Burkina Faso a la economía global. O sea, no existen". Pero lo que más sorprende a quienes se dedican a develar los misterios de los manejos oscuros y por debajo de la mesa es "qué carajos hace un progresista como Binner atándose a unos que se quedaron en 1983 y a otros que están comandados por una prima lejana de Juana de Arco". Quienes se mueven con soltura en los pasillos donde se transa toda la torta afirman además que "de últimas está bien, déjenlos, total les va a ir bien en Capital Federal, Vicente Lopez y San Isidro. Además, ¿qué querés?. Si Vilma Ripoll apoyó a la Sociedad Rural, Castells a la Confederación Rural Argentina y Buzzi habló de las Madres de Plaza de Mayo, que estos se junten es una papa, ¿no le parece?".
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