ENTREVISTAMOS A JUAN CARLOS, EL OBRERO DE LA CONSTRUCCION: ¿QUE OPINA EL HOMBRE PROMEDIO DEL NUEVO PLAN DE OBRAS PUBLICAS?

Otra vez buscamos a Juan Carlos, el obrero de la construcción al que siempre queremos entrevistar cuando surge algún tema importante, no porque nos importe su opinión, seguramente parcializada por su visión nacida su filosofía de clase baja, sino porque necesitamos hacer notas que hagan parecer que a Como si no lo supieras le importa la gente de a pie, esa que todos los días se sube al Roca para ir al trabajo aunque nunca sepa a qué hora va a llegar, dónde va a llegar o siquiera si va a llegar. Nuestro jefe de redacción, insiste en "copiar a Clarín, para levantarla toda junta, tener poder y cagar a cuanta gente se me ocurra, no como ahora que lo único que puedo hacer es bardear a un par de perejiles como ustedes". El ordena y nosotros hacemos caso, no por amor al arte, sino por esa zanahoria que nos pone adelante el jefe, que es la de convertirnos en un diario on line con 2 noticias y 750 publicidades, como Clarín, nuestro norte, nuestr modelo a seguir en eso de informar a medias, cambiar títulos para hacer parecer una cosa por otra y desviarnos de la noticia principal sin que el lector siquiera se acuerde porqué empezó a leer la "supuesta" nota, como ahora que empezamos hablando de Juan Carlos, el obrero de la construcción al que siempre intentamos consultar, y nos fuimos por las ramas con un reclamo de índole personal.

Llegamos finalmente a una obra de 4 pisos en Catalinas Norte, donde se construye una megatorre de oficinas en terrenos fiscales que el gobierno de Macri, que llegó a la jefatura de la ciudad de Buenos Aires para mostrar la "nueva política" vendió al mejor postor cagándose en todo y todos y cobrando unas cometas "de la hostia" como le gusta decir a la católica practicante vicejefa de gobierno Gabriela Michetti, "un vicio que nos queda de la vieja política que estamos tratando de resolver a paso lentísimo para que, una vez que sí empecemos con la nueva política, ya nos hayamos recontrallenado de billetotes haciendo la vieja política". Preguntamos en la entrada del obrador por Juan Carlos, nos preguntan quienes somos, les contestamos, miran entre unos papeles, hablan por el walkie talkie e inmediatamente aparecen 3 gorilas con caras de pocos amigos que, pasándose el dedo por el cuello a la altura de la garganta de lado a lado nos dicen "mejor se van si no quieren terminar de cimientos en otra torre que estamos construyendo acá a un par de cuadras, en otros terrenitos fiscales que gentilmente nos cederá el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y donde nosotros ya empezamos a construir a cuenta". Antes de emprender una veloz retirada, alcanzamos a preguntar por Juan Carlos, momento en el que uno de los señores que nos indicó que nos fuéramos, señala hacia arriba al ginche de la grúa al grito de "dijo Juan Carlos que si vuelven a joderlo, van a terminar colgados de ahí", instante en el que sí, definitivamente, nos damos por vencidos y nos retiramos prestos, insultando por lo bajo porque Juan Carlos, el obrero de la construcción, nuevamente nos dejó sin nota de relleno.