"Ahora si" comenta un asesor íntimamente ligado a un subsecretario cuya oficina se encuentra cerca de la puerta del despacho de un importante secretario de un ministro con llegada a la oficina de un colaborador de la presidenta de la Nación. "Aprendimos de nuestros errores y ahora los estamos enmendando" sugiere, sin que el cronista de Como si no lo supieras entienda de qué está hablando. "¿Cómo que no entiende?. No puede ser, si desde el conflicto con el campo hemos avanzado mucho en ese tema". ¿En qué tema? consulta éste cronista. "El tema en el que hemos mejorado tanto y que ya todo saben que hemos mejorado". El cronista sacude la cabeza, mantiene su bolígrafo en el aire y junta los 5 dedos de la mano que le queda libre en un típico gesto de "¿de qué carajos me habla?". "¡Pero por favor!. Usted debe ser el único que todavía no nota cuánto que hemos cambiado en ese sentido". Un poco impaciente, el cronista sacude la cabeza lado a lado. "¿No?. Pero ¿no percibió ningún cambio ahora que nos metimos con todo con las afjp?". La punta del pie derecho del cronista comienza a repiquetear el piso nerviosamente. ¿Me puede aclarar, por favor? inquiere con marcada impaciencia. "No puedo creer que usted no note cuanto hemos mejorado, cuanto nos hemos esforzado por llevar adelante la reestructuración que tanta nos hacía falta en éste campo en el que a todas luces no estábamos manejándonos bien y que no perciba claramente todos los cambios que implementamos habiendo aprendido de nuestras fallas del pasado para no repetirlas, y como ahora sí, sabemos cómo manejarnos en estas lides en las que se notaban falencias graves que nos llevaron a fracasar en nuestro intento de imponer la resolución 125". Cansado, ofuscado, sin ganas de perder más tiempo, el cronista de Como si no lo supieras hace el conocido gesto de "vos sos un boludo que habla giladas y das vueltas porque no tenés nada que decir, yo me voy, imbécil" cuando el asesor detiene al cronista para agregarle con decisión que "me extraña amigo que no sepa de qué le estoy hablando, cuando ya todos saben de qué estoy hablando: de la decisión del gobierno de cambiar lo que estaba mal en ese que era nuestro lado flaco y no seguir por caminos que ya se probaron errados, para adoptar las medidas necesarias para que los yerros del pasado no se vuelvan costumbre, ¿me entiende amigo?", pregunta que no recibe respuesta de parte de éste cronista, que a pesar de tanta pelotudez imperante en los pasillos del poder, sigue siendo ante todo, una persona educada.
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