EDITORIAL

por Beatriz Sarlo

Comenzaron las Olimpíadas de Beijing 2008, en China. El deporte, una vez más, hermanando al mundo, o a casi todo el mundo, porque justo el día de la inauguración a los desubicados rusos y georgianos no se les ocurre nada mejor que empezar una guerra que al día de hoy ya lleva más de 2000 muertos, aviones derribados, tanques destruídos, poblaciones desplazadas, gente sin hogar, niños huérfanos, ancianos abandonados, destrucción, muerte y horror. ¡Que mal momento eligieron estos ex soviéticos para pelearse por un pedazo de tierra con un nombre, que encima de raro no tiene ninguna representación en esta justa deportiva que hoy nos une como seres humanos!. ¿No podrían haber esperado 3 semanas, un mes nomás, a que los Juegos Olímpicos, esos juegos que hermanan naciones, que ponen a jugadores de la NBA que ganan 67 millones de dólares al año a jugar contra angoleños que apenas si se mantienen en pie con raciones de comida ínfimas, terminaran?. Juegos que dan las mismas oportunidades a todos, a los 5 que juntaron la plata para viajar desde Antillas Holandesas y llegaron con lo puesto y a Roger Federer, que lleva ganados mas de 100 millones de dólares jugando al tenis y que no tiene ni 26 años; a Leonel Messi, del Barcelona, jugador que vale 115 millones de euros, y a los deportistas tibetanos, que extrañamente, no estuvieron en el desfile inaugural de estas Olimpíadas de la hermandad entre deportistas que conviven codo a codo, porque otra no les queda, porque no todos son Michael Phelps y pueden pagarse un hotel 5 estrellas para pasárselo bomba mientras los demás viven en la Villa Olímpica, que por suerte no queda en Capital Federal, porque sino seguro Macri querría desalojarla para darle los terrenos a Boca Juniors. Por eso hermanos y hermanas rusos y georgianos, el mundo les exige la paz, y también la ONU se los exige pero ya sabemos que es al pedo que la ONU pida algo si total nadie le da pelota, excepto los cascos blancos que aceptan cumplir las misiones suicidas que les encargan, decíamos, en estos días en que los Juegos Olímpicos en China nos hermanan a todos, dejen a un lado sus diferencias, y esperen 30 días más para dispararse, matarse, atacarse, fusilarse, limpiarse étnicamente y volar por los aires. El mundo y la televisión que está transmitiendo estos Juegos Olímpicos en vivo minuto a minuto y que nos distrae más que Showmatch de nuestras miserias diarias, nuestra falta de todo crecimiento que no sea el económico y de nuestra espantosa pobreza espiritual y cultural, se los pide casi de rodillas, porque no queremos perdernos nada y ahora los medios de comunicación no pueden cubrir todo y es una lástima porque ver como los aviones rusos atacan a los tanques georgianos, es una imagen que nadie querrá perderse. Arranquen de vuelta en 30 días y la humanidad toda estará siguiendo atentamente las matanzas, tiroteos, bombardeos, ataques aéreos contra poblaciones civiles indefensas y genocidios frente a la pantalla de sus televisores, agradecida por siempre por vuestro gesto noble para con el deporte olímpico, ese deporte que hoy nos une como una sola raza.