Con el estreno de “Un novio para mi mujer” queda claro que Adrián Suar representa, hoy, lo más avanzado, experimental y vanguardista del cine argentino. Ríanse de Lucrecia Martel, de Jorge Polaco y de Picado Fino. Lo moderno, lo jugado, tiene su mejor representante en el Chueco.
“Siempre me tiraron Godard, Tarkovsky, Trufaut y la novelle voge” comienza contándonos Adrián, en reportaje exclusivo de 6 minutos para Picnic & Ocio & Espectáculos, el suplemento dominical de Como si no lo supieras. “El Fellini de Amarcord, de E la nave va… ¡Por favor!”. Saca una foto de Juan Leyrado en Gasoleros. “Sin dudas, un personaje de corte felliniano” señala. “Uno de los grandes hallazgos que tuve como productor fue, después de ver Fanny y Alexander, de Bergman, convocarlo a Pappo para que estuviera en Carola Cassini”. ¿Qué hay de las influencias del Martín Scorsese de Taxi Driver en Comodines?. Suar sonríe. “Se notaba la influencia de esa película ¿no?. Mientras filmábamos yo le decía a Carlín: espero que no se note mucho”. Algunos críticos hablaron de grandes similitudes entre Alma mía y Ultimo tango en París. “No, no creo. Tal vez te reconozco alguna relación con el Sodebergh de Sexo mentiras y videos, pero no, con Ultimo tango no. Por ahí si en las actuaciones de Araceli Gonzalez y Maria Schneider habría una conexión, pero no mucho más”. Nicholas Ray, Abel Ferrara, Akira Kurosawa. “Después de Apariencias, yo creí que a Andrea del Boca la llamaba Coppola. Pero no se dio”. Poliladron, 099 Central, Campeones de la vida. “Siempre el elemento disruptivo, la experimentación estética, el arrojar todos los canónes conocidos por la borda, lanzándonos a lo desconocido con los ojos vendados, intentando imitar el espíritu de liberación, como sucedía en El día que me amen, con Leticia Bredice, de un vanguardista como Jorodowsky, sin ir más lejos una de mis mayores influencias, junto a Fritz Lang y Einsestein”. Por amor a vos tiene un aire claramente discepoliano. “Si” responde seco. Finalmente hablamos de Un novio para mi mujer su estreno más reciente, film que ya fue invitado a participar en los festivales de Huelva, de San Sebastian, de Venecia y que será exhibido en la Muestra Paralela de Cannes. “Yo la quería a Araceli, que sin dudas ha crecido mucho como actriz. Pero no pudo ser. Valeria está muy bien y construyó un personaje fabuloso en una película de una profundidad inesperada y de una apuesta arriesgada, apuntada no al gran público, sino a la gente que solo disfruta del cine arte, del Bafici, del cine nacional de vanguardia, de las producciones independientes que están filmadas desde el corazón, no desde el bolsillo, hechas con esfuerzo y totalmente a pulmón”. Gracias Chueco por tus palabras y suerte.
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