La muerte de un bebé de apenas meses en el Centro de Evacuados del Riachuelo al lado del Parque Roca donde se apiñan sin gas, sin agua caliente, sin agua corriente y sin cloacas donde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires envió a quienes fueran damnificados por el incendio que destruyó la Villa Cartón "no nos preocupa en lo más mínimo. Es más, nos chupa un huevo, porque el pibe que se murió, tenía destino de cartonero y a mi gobierno, los cartoneros le dan asco" declaró el intendente Mauricio Macri. "Podría decir que acompaño a los padres del bebé fallecido en sentimiento pero ni en pedo acompañaría a esos villeros roñosos en nada, y menos en sentimiento, algo que está claro que nunca tuve por nada que no fueran el dinero o el poder". A pesar de la orden judicial de poner un médico las 24 hs. en el Centro de Evacuados "ustedes saben que toda la vida me cagué en la justicia y no iba a cambiar mis costumbres ahora, solo porque estoy en un cargo público". En tanto, el Ministro de Salud de la Ciudad opinó que "son negros, son cartoneros, son villeros. Ya les dimos un lugar donde vivir con total indignidad y los escondimos ahí para que estuvieran alejados de la vista de los buenos ciudadanos. ¿Encima quieren salud?. ¡Que se caguen!". El caso no conmueve a la opinión pública porteña, más ocupada en armar el ajuar para concurrir a la marcha que organizarán los chacareros y productores sojeros muertos de hambre el próximo 9 de setiembre, apoyando entonces a quienes sí vale la pena apoyar.
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